Plantas introducidas son una amenaza para Galápagos

Como parte del estudio que realiza el investigador Stephen Blake, del Max Planck Institute, en cooperación con la Dirección del Parque Nacional Galápagos, del Ministerio del Ambiente y la Fundación Charles Darwin, se determinó que más del 50% de la dieta de las tortugas gigantes de Santa Cruz proviene de plantas introducidas, contribuyendo así a la diseminación de semillas a través de las heces.Sin embargo, este descubrimiento no supone que la presencia de las especies introducidas sea una ventaja para la conservación de Galápagos, porque a pesar de ser el alimento preferido de las tortugas gigantes, la autoridad ambiental no trabaja por la conservación de una especie, en este caso de los quelonios, sino de todo el ecosistema en el que estos interactúan. Además, las tortugas gigantes han sobrevivido alimentándose de las plantas endémicas desde hace miles de años.El estudio también refleja que las plantas que se encuentran en las rutas migratorias de las tortugas, principalmente en zonas agropecuarias en donde el ecosistema ha sido alterado para dedicarlo a actividades ganaderas, son introducidas por lo que las plantas que originalmente fueron alimento de estos reptiles son escasas en la actualidad. Estos resultados preliminares son parte de un estudio que se viene realizando desde hace 4 años, denominado “Ecología del movimiento de las tortugas en Galápagos” con las especies de Santa Cruz, Chelonoidis porteri; de volcán Alcedo en Isabela, Chelonoidis vandenburghi; y Española, Chelonoidis hoodensis; cuyo objetivo es conocer la ruta migratoria de las tortugas en dependencia de la disponibilidad de alimento; comprender los efectos que ocasionan las plantas introducidas en el aspecto nutricional, patrones de movimiento, salud de los quelonios, entre otros. El doctor Jorge Carrión, Director de Gestión Ambiental de la DPNG, indicó que “las especies invasoras son una amenaza para la conservación de archipiélagos oceánicos, como Galápagos, ya que debido a su aislamiento sus ecosistemas son altamente sensibles a la introducción de especies foráneas. Que las tortugas gigantes tengan como fuente abundante de alimento a las plantas introducidas e invasoras, no significa que sean útiles para la conservación integral de los ecosistemas terrestres de Galápagos, incluyendo a las propias tortugas”. Las plantas introducidas constituyen una amenaza para los ecosistemas de Galápagos porque muchas de estas han encontrado condiciones favorables para su proliferación y se han convertido en invasoras, ocupando el espacio que pertenece a las plantas endémicas y nativas, reduciendo  su hábitat; dominando el ecosistema pues su semilla es fácilmente esparcida por aves y reptiles. Las plantas introducidas como la mora, supirosa y guayaba invaden las áreas de anidación de ciertas especies como el petrel de Galápagos, e inclusive de las mismas tortugas, perjudicando su reproducción. La DPNG mantiene, desde su creación, programas permanentes de monitoreo, control y erradicación de especies invasoras, tanto de plantas como de animales, a fin de mitigar y reducir impactos en los ecosistemas insulares de Galápagos. яндекс