Países del CMAR fortalecen capacidades en bioseguridad marina en taller en Coiba

Participantes taller bioseguridad en Coiba

Representantes técnicos de los países que integran el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR) inician hoy una intensa semana de trabajo en el Taller para la estandarización y práctica de metodologías de campo para bioinvasiones marinas, con el objetivo de fortalecer la capacidad regional para prevenir, detectar y manejar la introducción de especies exóticas marinas, una de las principales amenazas para los ecosistemas marino-costeros del Pacífico Este Tropical.

El encuentro, que tiene lugar del 24 al 29 de noviembre en el Parque Nacional Coiba, organizado por la Fundación Charles Darwin, la Fundación Amigos de la Isla del Coco y el Smithsonian Tropical Research Institute, reúne a especialistas de Ecuador, Costa Rica, Colombia y Panamá para aplicar de forma práctica protocolos unificados de bioseguridad marina, monitoreo de arrecifes coralinos y coordinación interinstitucional, reforzando así la cooperación técnica entre las áreas marinas protegidas del Corredor.

Durante el taller, los especialistas llevarán a cabo:

•    Instalación de placas de asentamiento para el monitoreo temprano de especies exóticas en sitios estratégicos dentro del parque.
•    Búsquedas dirigidas en arrecifes coralinos para detectar organismos invasores y evaluar el estado de los ecosistemas.
•    Revisión y aplicación de protocolos regionales de bioseguridad marina para áreas marinas protegidas (AMPs).
•    Generación de recomendaciones sobre el manejo del tráfico marítimo y rutas de riesgo para el Parque Nacional Coiba.

Las actividades incluyen sesiones teóricas, capacitación práctica y salidas de campo en sitios como Machete, Canales, Uva y Contreras, además de jornadas de trabajo con los equipos del Ministerio de Ambiente de Panamá. 

“El fortalecimiento de capacidades es clave para enfrentar el avance de las bioinvasiones marinas, fenómeno que se acelera por el aumento del tráfico marítimo internacional, el cambio climático y la degradación de los ecosistemas. Prevenir estas invasiones resulta fundamental para conservar la biodiversidad, mantener la salud de los arrecifes y salvaguardar los servicios ecosistémicos que sustentan medios de vida a lo largo del Corredor”, afirmó Jair Urriola Quirós, secretario ejecutivo del CMAR.

El taller, que cuenta con el apoyo del Banco Mundial por medio de PROBLUE, forma parte de los esfuerzos regionales del Plan de Acción 2025–2035 del CMAR, orientados a consolidar protocolos comunes entre países, mejorar la vigilancia en las AMPs y fortalecer la gobernanza conjunta sobre el vasto territorio marino compartido.

Este es el tercer taller sobre el tema con la participación de expertos del CMAR. Los dos anteriores se realizaron en Galápagos, Ecuador, y el Pacífico de Costa Rica. 

Sobre bioinvasiones marinas

Las bioinvasiones marinas ocurren cuando organismos que no son propios de un ecosistema —como peces, algas, moluscos, crustáceos o microorganismos— llegan a un nuevo ambiente y logran establecerse, reproduciéndose y expandiéndose. A esas especies se les llama especies exóticas o invasoras.

Estas invasiones suelen ocurrir por actividades humanas, especialmente por tráfico marítimo internacional, pesca, recreación marina y cambio climático.

Estas especies pueden desplazar a las especies nativa por alimento, espacio o recursos, dañar hábitats sensibles, alterar cadenas alimenticias y afectar a la economía local impactando actividades como pesca y turismo.

En zonas conectadas como el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, las rutas de barcos y los intercambios entre islas y costas aumentan el riesgo de introducción. Monitorearlas y detectarlas a tiempo es clave para proteger la biodiversidad.